Para muchos el Eneagrama se presenta como una herramienta fascinante de autoconocimiento. Es aquí donde entran en juego las tríadas del Eneagrama, un concepto clave que merece ser explorado para comprender más a fondo esta metodología. Pero, ¿qué son exactamente?
Imagina que tienes una página en blanco frente a ti. Dibuja un círculo que simbolice un todo, ese círculo es el Eneagrama, dentro de este circulo tenemos 3 secciones que han sido divididas de formas iguales, allí están cada uno de los eneatipos. Las secciones tienen significados bien marcados, donde representan una forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno, reaccionamos ante él, y las emociones que predominan en nosotros: Ira, Vergüenza, o Miedo.
Las tríadas del Eneagrama se dividen en tres centros de procesamiento: la Cabeza, el Corazón, y el Intestino, que corresponden con el Pensamiento, el Sentimiento, y el Instinto, cada uno respectivamente. Todas estas reflejan diferentes maneras de filtrar nuestras experiencias y las emociones dominantes que experimentamos segun la teoría del eneagrama. Esta división nos ayuda a entender mejor cada Eneatipo y cómo se vinculan entre sí.
Estas subdivisiones son cruciales para profundizar en el conocimiento de los nueve Eneatipos y para comprender cómo cada uno gestiona sus emociones de manera diferente.
Podemos decir, que actúan como lentes a través de los cuales podemos ver y comprender nuestras motivaciones más profundas, miedos, y deseos. Ofrecen un marco para entender cómo procesamos nuestras emociones y cómo estas influyen en nuestra manera de interactuar con el mundo. Al identificar a qué tríada pertenecemos, obtenemos claridad sobre nuestras respuestas instintivas ante diversas situaciones, lo que nos permite:
No hay fecha ni lugar exacto, pero podemos remontarnos a antiguas tradiciones espirituales y filosóficas, amalgamando sabiduría de diversas culturas y épocas. Esta herramienta de autoconocimiento termina siendo el resultado de un extenso viaje a través de la historia, recogiendo influencias del misticismo sufí, la filosofía griega, el cristianismo primitivo, y otros sistemas de sabiduría antigua. Su desarrollo continuó a lo largo de los siglos hasta construir el concepto que conocemos a día de hoy.
Entonces, sabiendo todo lo que hemos contado, podemos decir que las tríadas específicamente se basan en la observación de que los seres humanos tienden a experimentar y procesar la realidad a través de los tres centros de inteligencia que encerramos en el círculo: emocional, instintivo y mental. Esta división refleja una comprensión profunda de la naturaleza humana, reconociendo la diversidad de experiencias y reacciones ante el mundo.
A través de las tríadas, el Eneagrama ofrece un mapa detallado de la psique humana, permitiéndonos explorar las profundidades de nuestro ser con precisión y compasión. Al entender nuestras tríadas, no solo descubrimos más sobre nosotros mismos, sino que también aprendemos a navegar mejor el complejo tejido de relaciones y desafíos que la vida presenta.
Entonces, sabiendo la extensión que significan las tríadas, sabemos que son esenciales al agrupar los nueve eneatipos en tres, según sus particularidades comunes, así como lo contamos al principio. Esto simplifica el proceso de identificación de los atributos predominantes de una persona en sus relaciones interpersonales. En lugar de analizar los nueve eneatipos de una vez, las tríadas nos permiten enfocarnos en tres, facilitando así la aproximación al eneatipo predominante.
Las tríadas del Eneagrama son una ventana hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos y de cómo interactuamos con el mundo. Aunque cada persona es única y no se limita exclusivamente a un atributo o eneatipo, el trabajar con tríadas proporciona un punto de partida para explorar las dinámicas de nuestra personalidad y nuestras relaciones.
Entender las tríadas es dar un paso hacia el autoconocimiento y la autoaceptación, herramientas poderosas en nuestro viaje de crecimiento personal. Y recuerda, esto es solo el principio. Cada tríada, cada eneatipo, tiene un mundo de profundidad esperando ser explorado.